Una cocina que ordena, fluye y respira diseño

Hay proyectos que no necesitan alardes para mostrar su fuerza. Esta cocina, diseñada por Ginesta Your Personal Space, habla desde el silencio: equilibrio visual, pureza de líneas y una funcionalidad que se percibe con solo habitarla.

Claridad formal, orden esencial

El espacio parte de una distribución limpia y simétrica, donde cada elemento encuentra su lugar con naturalidad. Los volúmenes verticales esconden almacenamiento de gran capacidad y, a su vez, incorporan una zona de trabajo semioculta que se abre con gesto ligero, sin interferencias visuales. La sensación es de orden constante, incluso cuando el espacio está en uso.

La isla como centro de la experiencia

La gran isla central articula el proyecto. No solo organiza el espacio, también lo conecta con el comedor y con la luz natural que lo envuelve. Su acabado mineral, en tono claro y textura sedosa, aporta presencia sin protagonismo. Integra zona de cocción, fregadero, almacenaje y superficie de trabajo en un solo gesto continuo y elegante.

Materiales nobles, lenguaje silencioso

La paleta es sobria, neutra y precisa. Superficies mates, tonos piedra y madera clara aportan calidez sin estridencias. Los acabados dialogan entre para construir una atmósfera envolvente, atemporal y funcional. La grifería negra de líneas puras refuerza el contraste y la modernidad del conjunto.

El comedor: continuidad sin ruptura

El espacio de comedor, adyacente a la isla, se integra sin fisuras. La mesa de madera maciza y las sillas tapizadas con estructura negra establecen un vínculo formal con la cocina, manteniendo la coherencia sin uniformidad. Un gesto sutil, pensado para quienes valoran el diseño como experiencia integral.

Diseñar una cocina como esta es diseñar una manera de vivir. Un espacio donde todo encaja, todo fluye, todo se ordena. Y donde cada decisión está tomada con la mirada precisa de quien entiende que el lujo empieza en el detalle.